01 septiembre 2010

Maru

Su juego favorito era probarse ropa que fuera fácil de ponerse. Quería estar preparada para cuando entraran a su casa por la fuerza para llevarla, para no quedar desnuda frente a ellos; medía en tiempos cual era la ropa que menos tardaba en cambiarse, por si la agarraban desprevenida y si era de noche, solo dormía con pijamas que pudiera sacarse fácilmente, para no tener que irse en pijama. Pasaba horas jugando a como tratar a los que iban a entrar a llevarla; era como si no existieran dudas de que eso sucedería.

(Para empezar Maru se acuerda de eso, pero con tiempito…se destapa la olla y sale vapor solito…). Miedos tuvo muchos. Desde que era una chiquita de dos años, al salir a la calle vivía pensando que la perseguían: que todos los autos y la gente la estaban vigilando. Cuando se bañaba, si miraba por la ventanita, siempre creía que iba a aparecer una mano sangrando de alguien pidiendo ayuda. También tenía un sueño recurrente en el que estaba con la familia de su papa, charlando, caminando, haciendo cosas normalmente y en un momento, se le cerraban los ojos y ya no podia ver nada. Todos seguian charlando y ella que no podia entender que pasaba, se desesperaba. Hacía fuerza por entender, pero no podía. Soñaba noches y noches y noches y noches, el mismo sueño.

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